Ajeossi. Director: Lee
Jeong Beom. Reparto: Won Bin, Kim Sae-Ron, Kim Tae-Hoon.
Sipnosis: La única conexión del ex-agente especial Cha Tae-sik con el mundo es una niña, So-mi, que vive cerca. La madrede So-mi, Hyo-jeong, se dedica al contrabando de drogas a sueldo de una Organización de traficantes y confía el producto a Tae-sik, sin hacérselo saber. Cuando los traficantes se dan cuenta secuestran a madre e hija.
The man from Nowhere es otro de esos films Coreanos que
son aplaudidos en los festivales por los que pasa, pero que luego tienen escasa
publicidad y nula distribución; Es
triste que películas como “The Chaser” o “I saw the Devil” no tengan cabida en
nuestra muchas veces infame cartelera, o que un film como “The Yellow sea”,
premiado en Sitges, haya pasado de puntillas por los cines madrileños. El caso que
nos ocupa es otro más, aunque creo que la calidad de The Man… está un poco por
debajo con respecto a las otras obras mencionadas.
Parecida en
intenciones a “The Chaser”, estamos ante otro ejercicio de virtuosismo técnico.
La fotografía, la ambientación y el montaje están medidos al milímetro, y esta
cinta no tiene nada que envidiar a cualquier producción Hollywoodiense.
El
planteamiento de The man from Nowhere es convencional: Un Hombre implacable con
un turbulento pasado en las fuerzas especiales se encariña de una niña cuya
madre se dedica al narcotráfico. La madre roba a uno de sus jefes y este
secuestra a la niña, lo que provocará que nuestro protagonista se convierta en
una maquina de repartir estopa.
Una de las
diferencias con cualquier producto similar del amigo Seagal o Van Damme o ahora
¿Reynolds?, es que aquí se humaniza la relación de la niña y el héroe, gracias a que nos presentan a dos seres
solitarios, con defectos y aparentemente diferentes, pero que se ven reflejados
el uno en el otro, unidos en su necesidad de sentimientos. Tampoco es que estemos ante un film
sensiblero y ñoño, ya que los momentos entre los dos personajes son escasos,
pero detallistas, muy acertados y sin duda lo mejor de la cinta.
Lo demás
sigue los caminos del Thriller a la coreana, de ritmo pausado, con pocas
secuencias de acción pero muy satisfactorias. Especialmente brillante es la
escena final, un prodigio de montaje y coreografía, llena de una violencia cortante
y brutal.
Los actores
cumplen sin brillar, pero el protagonista dota de un aire misterioso y
torturado a su personaje y la niña le sigue a la perfección. Quizás faltase un
enemigo a la altura, aunque el personaje del sicario está bien construido y es
clave en el desarrollo de la trama.
¿Qué falla
entonces para no ponerla a la altura de
“The Chaser? Quizás la falta de un guion más elaborado, más intensidad, y es
posible que le sobren algunos tópicos alrededor de la figura del héroe
solitario, algo que le resta
credibilidad y realismo al conjunto.
Quitando esto, el director rueda con soltura y sentido del suspense, y arriesga en la puesta en escena y en la construcción de planos, otro de los principales motivos por el que el cine Coreano, ahora mismo, le saca varios cuerpos de delantera al cine americano de acción. Puede que las propuestas sean similares. Pero no se asumen los mismos riesgos, ni tienen la misma frescura.
Quitando esto, el director rueda con soltura y sentido del suspense, y arriesga en la puesta en escena y en la construcción de planos, otro de los principales motivos por el que el cine Coreano, ahora mismo, le saca varios cuerpos de delantera al cine americano de acción. Puede que las propuestas sean similares. Pero no se asumen los mismos riesgos, ni tienen la misma frescura.
Ya hay películas que he apuntado como objetivo The Chaser” o “I saw the Devil” y “The Yellow sea”... Es bueno que haya gente que se trague grandes cantidades de cine (bueno y malo) para recomendarnos a los demás las perlitas.
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