Os dejo la lista de las que, en mi opinión, fueron
las películas más destacables del género en 2013. No he puesto la excelente The
Cabin in the woods, ya que aunque se estrenó hace unos meses en España, su
año de producción es de 2011, y a estas alturas hay pocos que no la hayan
visto. Este ha sido otro año discreto para el terror, con algunas relativas
decepciones –la más sonada fue Mamá, otro sobado cuento comercial de la casa
“Guillermo del Toro”-, o Insidious 2, que siendo correcta, se queda
lejos de la primera parte. Como suele ser habitual, el cine de terror de bajo
presupuesto sigue aportando mucha basura, pero también trabajos más arriesgados
y disfrutables.
10. Sharknado.
La peor-mejor película del año se merece por lo menos una mención. Sharknado
es la culminación de todos los despropósitos que la productora Asylum nos ha
estado vendiendo durante los últimos años. No sólo el argumento es demencial,
también parece dirigida por un niño de catorce años, lo que plantea la pregunta
de si Sharknado es una chapuza intencionada o no. Mala, sí, pero con
mucho ritmo y mala baba. Obligada para cualquier cinefago.
9. Lords of Salem
La última cinta de Rob Zombie me pareció tan
irregular como casi toda su filmografía anterior. Este hombre tiene un estilo
visual propio muy potente, y en Lords of Salem queda reflejado con unas
cuantas secuencias inquietantes, pero necesita que otro se encargue de los
guiones para que sus films dejen de subir y bajar como un tío vivo. Su mujer
tampoco le ayuda haciendo el papel principal de esta atrayente pero algo desvalazada película.
8. Magic magic
Quizás no tanto de terror como un drama
psicológico, esta peculiar producción chilena salva los muebles gracias a la
estupenda interpretación de Juno Temple (mejor actriz en Sitges), y una buena
dosificación del suspense. Un impactante descenso a la locura que chirría en su
parte final, pero que no te deja indiferente.
7. Frankenstein´s army
Katharine Isabelle es una actriz ligada al género
desde los tiempos de la primera Ginger Snaps. Le faltaba un papel para
ser recordada, y este año lo ha conseguido gracias a las hermanas Soska y su American
Mary. Cercana al cine de Lynchperosinpasarse, la película se adentra en el
bizarro mundo de las cirugías estéticas y las modificaciones de cuerpo
ilegales, y cuenta la historia de una estudiante de medicina que es violada y
que, en su afán de venganza, perderá la cordura por el camino. Sugestiva y
original en algunos momentos, quizás le falte un tercer acto más desarrollado y
un final menos precipitado para ser más redonda. Sólo por ver a la Isabelle
vestida de cuero negro ya merece el visionado.
7. Frankenstein´s army
Desde luego no me parece una buena película. Canta
el bajo presupuesto, los anacronismos varios y las pobres interpretaciones del
reparto, pero el diseño artístico de las criaturas que pueblan este producto lo
convierte en una pieza única. Vemos bichos imaginativos estilo steam-punk que
nos recuerdan a películas como Silent Hill o al comic de Hellboy, pero sin
llegar a caer en la copia; y es que estos entrañables monstruos se mueven entre
lo inofensivo y lo poco práctico, algo que sin duda les añade aún más encanto.
Indispensable para los amantes a los video-juegos y al sub-género de
mad-doctors.
6. Jug face
Ejemplo de producción minúscula pero también de
ideas claras. Jug face es un discreto pero muy efectivo cuento macabro.
Mezcla de Gótico Americano y monster movie, su corto metraje ayuda a que el
escaso argumento no parezca demasiado estirado; además, las más que
convincentes actuaciones de todo el reparto (atención a Sean Bridgers) y un
final que quita el hipo ayudan a olvidarse de algunas incongruencias y otros problemas.
Atmosférica y malsana, quizás la mejor del año con respecto a su calidad/presupuesto.
5. American Mary
4. VHS/2
Irregular pero mejor que la anterior entrega. El
segmento dirigido por Gareth Evans (The raid) y Timo Tjahjanto titulado Save
Haven, es de las mejores historias cortas que he visto jamás en un film de
sketches. Es algo así como The Cabin in the woods versión oriental y
comprimido en unos treinta minutos. Salvaje, aterrador y frenético, desde luego
no es para todos los paladares, pero es tremendamente efectivo. De las demás
historias también cabe destacar Un paseo por el parque, una divertida
historia de zombis contada desde el punto de vista de un zombi.. con una cámara
encima. El resto de los relatos van de lo flojo –Clinical trials, Alien
Abduction...- a lo impresentable con el segmento que une todas las
historias.
3. John dies at the
end
Tras su irregular paso por Masters of horror, Don
Coscarelli regresó a su vertiente más psicotrónica (¿tiene otra?) con este
inclasificable pero divertido tour de force. Versión fumada de Sobrenatural,
John dies at the end es loca y absurda, pero no deja todo al azar y
cuenta con cierta estructura dramática que la hace un film extrañamente
compacto, sobre todo teniendo en cuenta que está dirigido por el autor de Phantasma. Magníficos fx y
algunas secuencias para el recuerdo, merece ser de culto desde ya.
2. Posesión infernal
Este remake dividió a los fans –que no a la
crítica-, pero pienso que tiene unos cuantos aciertos que la hacen un film
estimable por si mismo, más allá de que en las comparaciones con la original salga
perdiendo. Su asfixiante atmósfera, su contundencia expositiva en las escenas
sangrientas y lo artesanal de los efectos y maquillajes, hace de esta
producción un estupendo pasatiempo con reminiscencias ochenteras; además, creo
que da en el blanco al huir del humor de la saga de Sam Raimi, y también al
cambiar el final por uno distinto y más acorde con la historia de la
protagonista.
1.Expediente Warren
No sólo la mejor película de
terror de este año, sino que junto a The Cabin in the woods las dos más
importantes, como mínimo, del último lustro. Se la puede tachar de excesiva o
de buscar en ocasiones el susto fácil. Pero nadie, desde hacia mucho tiempo,
había conseguido tanta sobriedad a la hora de rodar una escena de terror, mezclando un gran conocimiento del género, mucho talento y una técnica impecable. James Wan encadena una secuencia brillante tras otra,
quizás no todas efectivas, pero con un in crecendo nunca antes visto en
su anterior filmografía. Expediente Warren funciona como un reloj suizo,
todos los engranajes dirigidos a crear tensión –actores, música,
decorados- funcionan a la perfección, y el final -talón de Aquiles de todo el
terror reciente- no hace que todo lo anterior se diluya como un azucarillo,
sino todo lo contrario. Supongo que no tendrá ninguna nominación a los Oscar,
pero estamos ante una estupenda película, en todos los sentidos.
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