sábado, 14 de enero de 2012

El Misterio

Este artículo no está relacionado directamente con el cine, pero quien haya visto la película “Picnic en Hanging Rock”, de Peter Weir, sabrá por qué me interesó tanto.
El día de Navidad del año 2007, en la población de Agost, Alicante, fue encontrado sin vida el cuerpo de una joven, cuyo nombre era Maria Dolores Yeste.
El misterio rodeó enseguida este suceso; La muchacha fue encontrada en la cima de una montaña, a mil metros de altura, desnuda y sin signos de violencia.
Con el paso de los días diversas pistas y hechos fueron añadiendo nuevas incógnitas al caso, pronto convertidas en un llamativo reclamo para los investigadores de lo paranormal y para los curiosos en general.
Se encontró una Biblia en su habitación -aunque al parecer ella nunca había demostrado ser católica- y en su interior se hallaron varios pasajes marcados a lápiz. A las autoridades les atrajo sobremanera uno que aludía a que “La salvación estaba en la montaña”, aunque luego se ha demostrado que la frase no era literal, sino que se dedujo tras leer varias líneas de uno de los evangelios.
También se supo que la muchacha había estado de vacaciones en Roma con su novio días antes, y que desde su regreso se mostró algo alterada, nerviosa y con una extraña manía persecutoria: Creía que alguien la seguía, que el fin del mundo estaba próximo.
La noche de su muerte, la joven llamó por teléfono a su novio y le comunicó que “No se fiaba de nadie”, para después presentarse de madrugada en su casa y decirle: “Si confías en mi, coge a tu familia y vete a la montaña”.
No se llegó a bajar del coche, arrancó y fue la última vez que su pareja la vio con vida.
La joven murió de hipotermia y parece evidente que el misterio, si lo hubiere, jamás podrá resolverse.
En un principio, las conclusiones esgrimidas por algunas fuentes, apuntaban que Maria Dolores podía haber estado relacionada con alguna secta, y pese a que este argumento fue totalmente descartado, varios ocultistas afirmaron que el suicidio pudo haber seguido los pasos de una muerte ritual. La posición de su cuerpo, al parecer adoptando el signo de la cruz, el hecho de que la montaña en si sea considerada un símbolo mágico y otras pistas menos consistentes hacen que la imaginación se dispare hasta límites que seguramente poco, o nada, tienen que ver con la realidad de lo que sucedió.
Por otra parte, a través de varios psiquiatras supimos que la joven pudo haber sufrido un brote esquizofrénico, nada normal, pero que sí explicaría el repentino cambio de actitud y su manía persecutoria.
Es un hecho que la incógnita sobre nuestro futuro, el más allá y la muerte nos persiguen hasta nuestro propio deceso, es un tema que a todos nos toca, que a muchos nos apasiona.
Pero las mismas circunstancias de la muerte de María -el presunto suicidio de una chica aparentemente normal que cambia de comportamiento en unas pocas semanas- nos debería hacer reflexionar, obligarnos a poner los pies en la tierra y mirar a nuestro alrededor. Dejémonos de misterios inexplicables, de misticismos y demás pamplinas: No hay nada más misterioso que el propio cerebro del ser humano, moviéndose por tierras inexploradas, adentrándose por caminos sin retorno.

1 comentario:

  1. Somos una frágil combinación de causas que generan una electroquímica peculiar en el cerebro ¿quién dice que no estemos a punto de sufrir la reacción que nos vuelva... anormales? Cualquier acontecimiento puede ser el reactivo, el catalizador... En muchas ocasiones hace falta un suceso impactante, un trauma, pero en otras, la combinación de nuestro cerebro hace que baste una gota de rocío desde la hoja de un árbol en una cumbre lejana de Valencia, para que ocurra. Afortunados sean los que han visto a Dios.

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