lunes, 16 de julio de 2012

SHAME: Sexo y autodestrucción


Shame, Director: Steve Mcqueen, Reparto: Michael Fassbender, Carey Mulligan, James Bagde Male.

Sinopsis: Brandon es un treintañero neoyorkino con serios problemas para controlar y disfrutar de su vida sexual. Se pasa el día viendo páginas pornográficas y manteniendo contactos con solteras de Manhattan. Su vida calculada y rutinaria se ve alterada con la visita de su hermana, una cantante de carácter problemático y conflictivo.

Shame se estrenó a finales del año pasado en unas pocas salas de la Comunidad de Madrid. Aunque está a punto de salir a la venta en Dvd, aún se puede ver en los cines Renoir, todo un record. Parece evidente que el éxito de Shame radica en el “boca a oido” y que más de uno la habrá visionado en varias ocasiones. No es de extrañar, creo que es una de las mejores películas del año pasado,  junto a “Un Dios salvaje”, “Drive”,y, en mi opinión, en menor medida, “The artist”.

El director es el mismo que hace unos años filmó Hunger, una historia descarnada sobre la huelga de hambre que mantuvo un preso del Ira durante los años ochenta. Una película terrible y perturbadora, pero también fascinante y poética. Estos contrastes emocionales también aparecen en su segundo proyecto. Otra seña de identidad de Mcqueen son los personajes poco habladores, torturados, con una lucha interna constante. Shame es del descenso a los infiernos de un yuppie adicto al sexo, un hombre del que sabemos poco; sólo conocemos su pasado a través de su hermana, una cabra loca y alcohólica, un ser desorientado que habla de una infancia traumática que los marcó para siempre.
                       
El talento de su director reside en mostrar imágenes poderosas y duraderas, fotogramas que se clavan como agujas en nuestras retinas y que regresan a menudo cuando recordamos alguno de sus filmes. En Shame hay una intensidad subrayada por un ritmo lento pero progresivo. No es un film fácil, hay secuencias muy duras, y durante el metraje no se da un respiro al espectador: Que nadie se espere echarse unas risas o salir de la sala alegre y contento. Estas cirunstancias son compensadas por unas interpretaciones prodigiosas, tanto de Fassbender como de Mulligan (que nos brinda una de las mejores secuencias musicales que se han visto en años), por un poderio visual al alcance de muy pocos, y por ser uno de los filmes más pesimistas y agónicos que han tratado el tema de la soledad. 

Resumiendo, Shame es desoladora y triste, pero también una joya cinematográfica imprescindible tal y como está la cartelera.
Puntuación: 8



1 comentario:

  1. AMÉN amigo mío, AMÉN.
    Yo, entre esas mejores películas del año pasado que mencionas también incluiría "El Árbol de la Vida", pero estoy de acuerdo contigo en que "The Artist", pese a ser una magnífica película, está entre las mejores pero en bastante menor medida.
    Sigue haciendo estas reseñas que, sin ellas, comparta o no tú opinión (en mayor o menor medida), ir al cine no sería lo mismo.
    Por cierto, una gran reseña (y me remito también a las últimas que has hecho -que yo te he ido leyendo a medida que las ibas publicando, eh? jejejej-)

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