EL CINE OCULTO DE LOVECRAFT (II)

 Si hay un nombre asociado a las adaptaciones de Lovecraft al cine durante los últimos treinta años, ese es Jeffrey Combs; por extensión también sería justo nombrar –para bien y para mal- a Charles Band y Brian Yuzna, productores de la mayoría de películas en las que trabajó este actor norteamericano en esos años Lovecraftianos.

Su periplo con el autor de los "Mitos" comenzó con el clásico Re-animator (1985), adaptación de “Herbert West, reanimador”; producido por Charles Band y su productora, Empire, fue un éxito rotundo que lanzó a Combs y al director Stuart Gordon al estrellato de la serie B. Con Gordon repetiría un año después con otro relato de Lovecraft, From Beyond, aquí retítulada Re-sonator por cuestiones españolas estúpidamente propias. Esta nueva incursión con el amigo Howard no tuvo tan buena acogida como la anterior, pero el tiempo la ha convertido en un film original y muy respetable. 

En 1988, Band siguió explotando el filón de Lovecraft con El Morador de las tinieblas, una mediocre adaptación dirigida por el especialista en Fx John Carl Buechler, y en la que Combs sólo aparecía en los primeros minutos. Una película que podía haber dado más de si en manos de un director menos torpe.

En 1990, el productor Brian Yuzna consiguió retomar la idea que tenía para realizar una secuela de Re-animator.

Como Gordon andaba liado con un proyecto sobre Poe, El pozo y el péndulo (donde Combs también tuvo su papel), y la crisis por la que pasó la productora Empire de Charles Band durante el año 1988 impidió que esta pudiese encargarse del proyecto,Yuzna decidió producir la película él mismo, y ya puestos, también la dirigió.

La novia de Re-animator (1990) contó con el mismo reparto que la primera parte, y adaptó libremente algunos capítulos de la ya adaptada “Herbert West, reanimador”. La película es un claro homenaje a La novia de Frankenstein, y vuelve a ser un festín macabro y truculento de primera, pero el guión y la dirección no rayan a una gran altura.

Después de varios trabajos con la ya renovada productora de Band, la Full Moon, Combs se metió en la piel del mismísimo Lovecraft en Necronomicon, book of dead (1993), una película de Sketches poco conocida en nuestro país, pero que es de sumo interés para el aficionado a Lovecraft. 

Dirigido por tres directores -de los que sobresalen Brian Yuzna y un primerizo Christopher Gans- (El pacto de los lobos o la reciente La bella y la bestia) adapta tres relatos de forma más o menos fiel: “las ratas en las paredes”, “Aire frío” y “el susurrador en la oscuridad”. A pesar de ser una obra irregular a la que le falta garra, el fan pasará un buen rato entre guiños al escritor, monstruos y fx de lo más gore.

Para que la fiesta no cesase, la Full Moon estiró aún más el chicle con la adaptación del estupendo relato Lurking fear; fue dirigida por C. Courtney Joyner, uno de los guionistas habituales de la casa, pero que hizo sus mejores trabajos fuera de esta productora: ahí está la estupenda Gritos en Oldfield(1987),de Jeff Burr, o la divertida Prisión(1988), de Renny Harlin. 

En Lurking fear Combs se mete en el papel secundario de un doctor que tendrá que hacer frente a unas criaturas involucionadas que viven bajo tierra en un pequeño pueblo. Un tebeo muy barato que pierde toda la esencia del relato –aunque hay alguna secuencia inquietante-, que al menos entretiene y que cuenta con actores como Jon Finch y la Hellrasiana Ashley Laurence.

 En mi opinión este relato tuvo una adaptación un poco más fiel en Hemoglobina (1997), de Peter Svatek y con guión de Dan O´Bannon y Ronald Sushett. A pesar de parecer una propuesta atrayente, la pobre dirección de Svatek lo convierte en un producto algo desangelado y con un protagonista muy desacertado (el pétreo Roy Dupuis), pero que tiene algunos detalles interesantes y una conseguida ambientación.

Volviendo con el amigo Combs, y ya en plena caída libre artística antes de la infantilización de la factoria Band, en 1995 volvió con Lovecraft (“El intruso”) y Stuart Gordon en Castle Freak,  la última de las adaptaciones de la edad “dorada” de la Full Moon. Sin duda, la más floja de las colaboraciones de la dupla, que a pesar de contar con la belleza de Barbara Crampton, se convierte en un producto tópico y previsible, con la típica familia acosada por una criatura deforme. Por destacar, el estupendo maquillaje y los escasos efectos sangrientos.

En el 2003, Combs regresaría con Yuzna para torturarnos con Beyond Re-animator, la tercera parte de la saga, auspiciada por la Fantastic Factory. Como casi todo lo que se hizo en esa productora, una obra casposa, mal concebida y peor dirigida, de la que sólo se salvan las truculencias y la mala baba de Yuzna, que fue lo único que no perdió con el paso de los años. Ya en 2009 trabajó en The Dunwich horror, de Leigh Scott, una desconocida tv movie que tenía entre el reparto al interesante Dean Stockwell, pero que obtuvo malas críticas. 

Y este ha sido el periplo de este actor de culto en el mundo de Lovecraft. Pero no nos extrañemos si cualquier día de estos vuelve a participar en un film Lovecraftiano; Combs es un interprete prolífico que sigue trabajando a destajo, y que además nos sigue brindando algunas buenas actuaciones. Y si no me creéis echadle un vistazo a Would you rather (2012), de David Guy Levy. Está absolutamente brillante. 

En el próximo artículo hablaré de alguno de los títulos que podrán verse en el maratón de cine del día de Lovecraft. Ya sabéis, el 15 de Marzo en Alcobendas.
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